Hay cosas que uno espera y por esperar se hacen imposibles. Si no sabía en qué momento iba a volver a bailar tango, ahora menos que lo sé. Aunque pensaba que sería pronto, pues el deseo de regresar de algunos me estaba arrastrando a seguirlos, hubo un imprevisto que haría todavía más lento el proceso.
Mi vida con el tango ha sido tan agridulce... buscando volar he encontrado risas, llantos, gritos de alegría y rabia, presencias y ausencias. Y ahora, tan alejada de él, solo tengo ausencias. La mayoría temporales, pero hubo una que se hizo permanente...
Buscaba volar, y muy pocas veces volé. Hay pocos hombres en este país que dejan la codicia, los prejuicios, la vanidad y el egocentrismo para hacer volar a una mujer en un tango. Víctor lo hacía, y aunque no puedo presumir de que bailé una infinidad de veces con él, lo hice varias veces y en algunas de ellas volé.
Esperaba volver un día a una milonga y que todo siguiera igual a cómo lo dejé cuando por alguna gente y principalmente por mi misma decidí no volver. Idea tonta, pues el mundo sigue andando y por esperar, hay cosas que se hacen imposibles. Como volver a volar.
Descanse en paz, Víctor.
Que es un soplo la vida, vol. 2
Emitido por la señal de
dAdAniMu
a las
11:50 a. m.
domingo, 24 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 chamuyos:
Publicar un comentario