Si vos vivieras con esa estela
que lo persigue a él como el destino,
no sabría si vender la retórica
o todos mis artilugios,
con tal de poder vivir sobre tu hombro
y alimentarme con la nariz.
Porque tenés las manos,
las mejillas y los pies.
Porque tenés un bandoneón
encajado en las rodillas.
Como él.
Pero
(porque con mi sien insatisfecha
siempre conversará un “pero”)
no tenés el poder -pseudodiurético,
quimérico, suprasideral-
de la estela que lo persigue a él
como el destino y el azar.
A veces mis sentidos se abusan... como el sentido del olfato. Con sólo un olor, yo puedo evocar escenas enteras de mi vida, inclusive hasta auto convencerme de ciertas cosas... Como el solucionar de una vez mi eterno dilema... Un amor artístico no puede ser amor amor por un simple capricho olfativo. Y ya.
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Ya habiamos hablado del amor artistico y la capacidad ke tiene para dañar al poeta, al actor, al pintor...
Excelentes letras mi mongo!