Mi primera tinta fue todo un proceso de aprendizaje y liberación. Todo empezó por el diseño, que fue una mezcla entre un deseo de expresar mi amor por la música y un encuentro que me dejó una idea -entre otras cosas-. Había decidido tatuarme dos claves de fa en las manos, mi vehículo de expresión mas importante. La idea de la ubicación la tomé de Ed Quesada, a quién conocí días antes. En el tattoo decidí hacerme las notas musicales porque me salía al mismo precio y me emocionaba más. No estaba tan nerviosa, solo ansiosa. Cuando Randall empezó, me relajé porque resultó ser un dolor placentero. Jamas creí que una persona a la que por los nervios no le sale la sangre en los exámenes pudiera pensar eso. Fue rápido y el resultado me dejó muy feliz... y con ganas de más!
¿Significado? Mucho, como suele pasar con absolutamente todo en mi vida. Los dos regentes de mi vida: la música y el azar, heredados cada uno por mi papá y mi mamá respectivamente. La muerte final de una Daniela que solía ser y el nacimiento de una etapa. Encuentros inesperados y efímeros. El hecho de no semiotizar el afecto. Saber perdonar, dejar fluir. Saber vivir.
Y aunque me di cuenta después de terminarlo, me acordé que por estas fechas cumplo 4 años Tango. ¡Harta celebración!
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