©Dhanimu (osea, mía la foto, mía)
Canon EOS 500 / Ilford Delta 3200 / F5,6 / 1/125 / 4 cuadros de exposición múltiple / Escaneada con mi paque Multifuncional Lexmark.
En el momento en el que puse un pie en la pequeña sala 5 hace ya algunos años no me pude imaginar lo que había puesto en marcha. Porque desde ese momento incorporaba a mi vida algo más que un hobbie. Aprender a bailar es aprender a vivir.
Me he conocido a mi misma, física y mentalmente. Conozco mis límites y tuve que romperlos una que otra vez. He conocido gente de la que he aprendido -para bien, para mal- y he querido muchísimo. He construido y traído abajo sueños y fantasías. Sin haber llegado a hacer algo realmente importante, entendí que la danza se puede vivir y no solo aprender.
Gracias a que mi vida se rige por el azar, tengo la oportunidad de seguir viviéndola en una disciplina que jamás consideré: el ballet. Talvez voy a ser del tipo de fotógrafa que necesita incorporarse al cuadro para entender el concepto. Terminé siendo personaje de mi propio proyecto, tomando la foto e inmediatamente incorporándome para hacer demi pliés. Conociendo posiciones, gente, personalidades, heridas abiertas y oportunidades para sanarlas.
Talvez el resto de mis compañeros terminen su proyecto cuando acabe el curso. Yo seguiré viviéndolo como un proyecto de vida.
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